21/11/08

EL SILENCIO HECHO PALABRA


Título del libro: El silencio hecho palabra
Autor: Jorge Brown González
Editorial: Ediciones Obelisco

Descripción: En este libro, la tía de Jorge, Sofía Pereira, recoge los materiales (cartas y reflexiones) que Jorge fue escribiendo en vida; de esta manera tenemos un diario de un descenso a los infiernos de la droga con paradas en casi todos los centros de rehabilitación existentes.
Comentario: Sofía recoge con maestría las aportaciones de su sobrino consiguiendo enlazar una historia al ritmo que nos han acostumbrado, el lineal. Pero los escritos de Jorge admiten más lecturas, no sólo de atrás hacia adelante. Lo más llamativo de este libro es su canto a la desesperación, su lucha y promesas por cambiar, y la ineficacia del trabajo en un adulto que aún no ha curado las heridas de la infancia y que la droga ha consumido.
Las frases que más me han emocionado son todas aquellas réplicas a un dios, por el que pide, por el que lucha, pero que no le hace caso, y es más, le envía como castigo una religión que no le tolera, sino que le humilla. Es revelador, para entender esto, el leer las cartas a su madre, más intimas aún que su propio diario, en el que la reprocha sus intentos de cambiar su orientación sexual, reproches que le cuestan caro pues aquella figura que le reprime también es a la que más venera.
Un libro dramático, que no conviene leer con la moral baja, pero que consigue provocar curiosidad por la vida de una persona, anónima como cualquiera de nosotros, que además de la maldición de la droga tenía arte en sus venas, que queda plasmada en sus cuadros y en sus hermosas palabras.

¿Por qué os lo recomiendo?
“Las palabras no existen en los sueños. Soñar es una pequeña muerte y los libros son cadáveres de nuestros propios recuerdos” (pág. 45)
“La libertad la inventa uno mismo. Cada uno ha de conquistar la suya propia y olvidar al vecino. Concentrarse en uno mismo, ser sanamente egoísta y romper a trozos el cuadro de estos flamantes anuncios de consumo. La última revolución ha empezado. Las mentes no han sido del todo lavadas, y queda muy poco tiempo ya de vuestro reinado. Quizás un milenio, pero ¿qué es un milenio? Millones de años tiene nuestro planeta. Millones de hombres quieren nuestro planeta, pero el planeta es de sí mismo, y la naturaleza es la única fuerza dominante. No la desafiéis u os destruirá. Dormid tranquilos, 5.000, esta noche; quizás mañana sea vuestro fin” (pág. 124)

Sólo por párrafos como este merece la lectura, pero además es un aviso para todos nosotros, y así nos demos cuenta que mientras viajamos rápido en el camino queda gente en la cuneta a la que no tenemos tiempo de oír; o por lo menos espero que sea eso y no que encima no queramos oír.

2 comentarios:

Shangay Lily dijo...

Querido Deabrutxiki, me alegra ver que has leído el libro y salido airoso de la tormenta que sus palabras desatan en nuestro interior. A mí me supuso un duro golpe y me hizo cuestionar muchas cosas. Sinceramente me gustaría que muchos homosexuales (y no) lo leyesen entendiendo el devastador efecto que la homofobia internalizada implantada por su propia madre tuvo sobre un ser humano. Jorge buscó en las drogas la huida al dolor que el continuo rechazo de su familia y adorada madre le provocaron desde muy pequeño y para cuando quiso reaccionar ya era demasiado tarde. Un libro duro y hermoso a la vez gracias a la valentía, esperanza y esfuerzo de su tía Sofía Pereira. Gracias por tu crítica que me ha parecido muy honesta y bella.

GorkaG dijo...

Gracias a ti por la recomendación. Una cosa clara es que como educador que ha trabajado con colectivos desfavorecidos por la sociedad de consumo, intento escuchar la voz de aquellos con los que trabajo, y este libro es una joya para eso. Además de un canto a la humildad.
Lo de la homofobia internalizada es una asignatura pendiente para la sociedad. Es más, te diré que mi antiguo tutor de tesis, al que acabé dejando, me dijo que no era un asunto importante a tener en cuenta en el autoestima de las personas LGTB. Evidentemente nuestras posiciones fueron distintas.